Para estar escribiendo esto, algo (¿grave?) me tiene que estar pasando, ¿no creen?
Seguro se preguntarán… ¿Tienen hijos pequeños y ya no sabe que hacer con ellos en casa…? Mmmm, no! Por ahora sólo ahijada y un sobrino en camino…
Ah, ¿en su trabajo no hace nada y le da igual no estar de vacaciones? Tampoco creo que sea el caso. Los que me conocen saben que soy un fanático «culo inquieto» que nunca para de hacer cosas…
Ya! Definitivamente eres una persona amarga, aburrida, antisocial que no le gusta viajar, no disfrutas de la naturaleza, de la buena compañía, del buen comer, no consume cultura, jamás cargas un libro… ¿Es eso?
Pues no…! Es simplemente que desde hace un tiempo, decidí vivir de «vacaciones»! Sí, y tampoco espero los fines de semana, ni los feriados/puentes para «estar libre». La palabra «vacación» (vacatĭo) significa etimologicamente eso mismo: «estar libre».
Pero eso es imposible cuando se tiene que cumplir horario, una rutina, hacer cosas que no siempre nos agradan… ¿Imposible? ¡Impossible is nothing!
Yo lo intento lograr aplicando a mi día a día los tres condimentos básicos que seguro nunca han faltado en tus vacaciones.
1) INTERACCIÓN. Compartiendo los momentos de cotidianidad como si fueran únicos. Conviviendo con las personas que nos rodean, con la que pasamos muchas horas juntos. Porque nuestro entorno nos define, nos socializa. Por eso me encanta saludar, procuro ser cortés y cariñoso, respetar, dar las gracias, sonreír! Porque en la interacción nos hacemos personas. Somos: sentimos, pensamos, escuchamos, decimos, callamos.
2) EXPERIENCIA. Es descubrir cada instante de nuestras vidas cómo si fuera una primera vez. Con la emoción y el sentir de una primera vez! Ese despertar, el degustar, el contemplar. Experimentar es poner en juego mi sensibilidad, mi curiosidad, mis valores, mis convicciones, mi historia. Es hacer contraste con lo dicho, lo escrito, lo aprendido… Proponerse el día como un desafío, una aventura, un descubrir; un recorrido nuevo, distinto, único, especial.Un continuo crecer…
3) DIVERSIÓN. Porque me encanta jugar, interpretar roles, desempeñar papeles, asumir reglas y medir mis consecuencias. Competir y conseguir alcanzar nuevos objetivos, sonreír, disfrutar del proceso… Si me divierto, la energía positiva fluye y soy FELIZ…!
¡¿Nos vamos juntos de vacaciones…?!
Con ese espíritu están aseguradas las vacaciones permanentes. 😀