«Hay un lugar que el Mediterráneo halaga, donde la tierra pierde su valor elemental, donde el agua marina desciende al menester de esclava y convierte su líquida amplitud en un espejo reverberante, que refleja lo único que allí es real: la Luz. Saliendo de Málaga, siguiendo la línea ondulante de la costa, se entra en el imperio de la luz. Lector, yo he sido durante seis años emperador dentro de una gota de luz, en un imperio más azul y esplendoroso que la tierra de los mandarines.»
José Ortega y Gasset (El Imparcial, 1910)
Sólo quien atesora horas y horas de amaneceres y puestas del sol mediterráneas puede sentir plenamente el significado y la profundidad de estas palabras…
Si algo me inquieta en estos días de confusa nostalgia, es justamente ese extraordinario resplandor, esa inmensa luminosidad que cautiva, enceguece y enamora… Es ese fulgor que nace en estas tierra… que hace de Málaga, el IMPERIO DE LA LUZ.
¿Qué si te voy a añorar?
Será tu brillo en mis ojos, tú azul en mis mejillas, tú susurro de olas serenas acariciando tu arena mora, o la brisa fresca que cada mañana me abrace, lo que me hará eterno deudor de ti y empeñaran mi palabra en un perdurable…
gracias y hasta siempre, Málaga…!
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