Cómo les comenté ya a unos cuantos antes de partir, mucha Costa del Sol pero poco verano. Sip, las combinaciones de los viajes y el cambio de hemisferio van a hacer que me salte del invierno argentino, al invierno europeo y luego de nuevo al invierno argentino, a mi regreso en julio 2010.
Pues bien, el pasado domingo comenzó el invierno Europeo… y con ella culminaba una semana bastante movidita… Va la crónica!
Complicado hacer dieta
Mi viaje debería poner orden a algunas cosas en mi vida. La alimentación es una de ellas. Pues parece que va a resultar muy difícil. Ir al supermercado es una doble tortura a la inversa.
La comida es muy barata, cuesta monedas y es un paseo a la perdición… Los quesos y los fiambres son de locos y todo el resto de ingredientes que se les ocurra… peor… Encima, para los que nos gusta cocinar, las cocinas eléctricas son un gran invento: rápido, parejo, seguro y cómodo… y el horno eléctrico ni les cuento.
Bueno, aquí doy cuenta de la semana culinaria, entre las cuales anotamos una empanadeada en Benagalbon (viernes) y una salida al Pimpi en Málaga (sábado).
Domingo de playa
El domingo aprovechamos el hermoso día, almorzamos en lo de Hilda y luego fuimos a caminar por el paseo marítimo de la Cala del Moral. El día
daba comienzo al invierno, pero tenía todo la pinta de un otoño entrañable… Theo disfruta como nadie salir a caminar. Nos acompañaron Sonia y su hija Tiziana (Tití) que es ahijada de Vir. En mi viaje anterior a Málaga, hace 5 años, Sonia se enteraba del embarazo!
Cumpleaños de Diego
Diego, el mayor de mis hermanos llegó a España hace casi un año… se enamoró de Málaga y como tantos otros, se quedó. El 24 fue su primer cumpleaños en la península ibérica… y lo festejamos a los grande! El primer regalo que llegó, fue esta sorpresa desde Córdoba. El domingo vamos a festejar a lo grande en el Peñón del Cuervo, chori mediante!!!
Ale, carajo, qué rico ¿no? Es de suponer que con la crisis económico-financiera que atraviesa el mundo -España es uno de los países más afectados- los alimentos por ahí estén baratos. Es la lógica del mercado, de la oferta y la demanda: menos poder adquisitivo de la población, bajan los precios. Lo contrario de acá, en Argentina, que con crisis o sin ella, siempre los precios están subiendo. Y nunca se sabe.
Te juro que viendo tus fotos -bien ordenadas, como corresponde a tu personalidad- me entró hambre, y que la dieta se vaya al carajo.
Suerte amigo, y que las sigas pasando bomba.
Abrazos
Tomás.
Increibles esos riquísimos platos y la alegría en la cara de la familia. Si seguís así no vas a volver!! Buahhhh